lunes, 28 de enero de 2008

Una noche


Me he intentado ver transparente, sin embrago existen momentos de debilidad.

Una noche, de esas que llamé “cualquiera” me di cuenta de lo perfectamente estúpida que soy. ¿Cúándo me he preocupado por lo que niego sentir?

Es inexplicable la reacción ante momentos en que mi sentido comienza a oscurecer, la llamada vida rutinaria es quizá todo lo que tengo, es decir, soy tan simple que cometo los peores errores atentando a lo imaginativo.

Heroico y temeroso… así cae mi mundo. Siempre he sido fantasiosa esperando encontrar el elixir de la felicidad que a pesar de todo no es lo que deseo.

Cuando deje todo y me suspenda entre polvo de hadas olvidaré; aun no sé qué se quedará conmigo, sólo espero que sea eso que negué sentir.
Espero que te quedes tú.

Desde un mundo raro:
Misil negro.