martes, 6 de noviembre de 2007

Sin viaje


Hoy no quiero escribir para él, ni ella, tampoco para la lejanía, sino para ti.

No quiero hacerte sentir bien, ni tomarte de la mano, simplemente hoy no hablaré de mis viajes.

Un pensamiento, eso te dedico, uno cada noche esperando encontrarte, uno cada tarde de lluvia melancólica en la que puedas llorar, una novela imaginaria capaz de tocarte, un deseo infalible, una caricia inaudita sin previo conocimiento, un baile pegado al son que quieras, un nuevo nombre con el que nadie te reconozca, ni pueda llamarte, una sonrisa en tono alto, una muerte sin agonía, la carta que siempre quisiste.

Te reto también a quererme, a pensar un momento en mí, a reír conmigo, a crear una nueva familia, a dejarme sin remordimientos o simplemente, olvidarme sin motivos.

Lo único que quiero es que mi mejor amiga no me acompañe, que la soledad no se apodere de mí, ni se quede conmigo.


Misil negro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Misil Negro!, este escrito me llenó de nostalgia; para eso son los textos, para que cada lector imagine, interprete y contextualice lo leído.

Desde algún lugar donde tus alas formaron círculos de esperanza que se desvanecieron al marcharte...

Un abrazo inmenso, y un susurro de melancolía!...